Lo que nos movió a empezar esto
A mediados de los noventa, las empresas pequeñas en
Barcelona no tenían muchas opciones para gestionar sus finanzas. Los bancos grandes no
les prestaban atención y las asesorías tradicionales cobraban como si fueran
multinacionales.
Tres amigos con formación en finanzas decidimos que
había espacio para algo distinto. No queríamos ser una consultora más que habla en
términos complicados. La idea era sencilla: explicar las finanzas como si estuvieras
tomando un café, no como si estuvieras en un juicio.
Pasamos los primeros años aprendiendo más de nuestros
clientes que ellos de nosotros. Cada empresa tiene su personalidad y sus líos
particulares. Desde 2008 hemos visto crisis que parecían el fin del mundo y
recuperaciones que nadie esperaba. Lo que aprendimos es que la comunicación clara salva
proyectos.